Mientras
le pedía perdón por ponerle otra espina a su corona y por lo burro que
era, le prometí poner más de mi parte. Entonces me vino el ejemplo de
ese otro pollino sobre el cual entro Jesús en Jerusalen. Hacía unos
días, precisamente lo tomaba yo de ejemplo, a raiz de una Palabra
recibida en un satsang donde se nos mencionaba algo así; como que Jesús
muchas veces usaba o ponía su atención, en cosas de poco valor para
dar a entender que para El todo es importante, hasta aquella cosa en la
que prestamos menor importancia.
Los versículos donde se narra dicho evento, suelen ser tomados para mostrar la humildad de Jesús o incluso como ejemplo de como los dos discípulos recibiendo una orden rara, no se plantean el porqué o si será posible o no, simplemente reciben la orden y obedecen sin dudar. Pero hoy vamos a ver otra acepción que el Señor puso en mi corazón, el día que trataba el asunto mencionado al principio:
Antes
de que Jesucristo se dirigiese a Jerusalen y entrase en el Templo,
como hemos dicho dio orden a dos de sus discípulos para que le trajesen
el susodicho asno. Un asno que era también hijo de asna. Un burrito que
estaba atado y al cual dió orden de ser
desatado ... libre de ataduras...y traerselo ante Su Presencia, porque
estaba predestinado desde que nació de asna y El quería usarlo. El
sabía perfectamente donde estaba su burro, como estaba y que hacía.
Y allí estaba el onagro.. en El Camino. Fuera... no estaba dentro de nada, ni fué metido en ninguna casa...simplemente estaba expuesto, por si pasaba por allí su Señor, "que se le viese", que no habia sido montado por nadie.. nadie lo dirigió nunca antes... esperaba al que lo iba a usar... al que sería su Verdadero Amo. Ese "esperaba" significa disponible... y humilde para ser montado. El Señor realza lo poco valorado.. algo o alguien que suele ser origen de burla, como cuando puso al Hijo de Dios en Belén, un "pueblecillo" y encima de Nazareth, de donde no salía nada bueno.
Y el burrito lo llevaría mansamente, sin coces, en sus lomos. Con el peso de esa Responsabilidad. Pero como El va contigo y lleva las riendas... no hay mayor problema porque El decide por donde ir. Quizá el camino se le haría menos largo porque le ponían mantos y palmas a su paso y así no pisaba alguna que otra piedra más. Pero el Verdadero manto o las vestiduras de Cristo ... esto es Su Unción... se las pusieron encima para que ahí fuese Jesús... en lo más alto.
Jesús iba con su burrito tan contento.
Así me consoló el Santísimo, poniendo en mi corazón de que manera AMA también a los burros.
Gloria y Honra siempre a Nuestro Señor.
PD: Curiosamente ese mismo día me clavé una pequeña espina en la planta del pie.
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