Cuando hay entrega lo primero que debe haber es disponibilidad. Anteriormente escribimos sobre la disponibilidad... en el artículo de "la entrada triunfal a lomos de un burro". En este sentido, aquí ya estamos ofreciendo algo de lo que más nos cuesta (porque le damos valor)... nuestro tiempo.
Pero no vamos a tratar solo este aspecto de darse a sí mismo, sino que ahora incidiremos en el ámbito de lo que debes abandonar.
¿Porque debo abandonar algo?... el asunto es que no tienes porqué abandonar nada. Esta opción solo es para aquellos que necesitan introducirse en las aguas más profundas del río de Dios, el Ser o como quieras llamarlo. Hablamos de Dios para entendernos, pues son solo conceptos para que la mente "entienda" algo.
Jesús al rico que quería Ser perfecto (consumado y complatado en caracter), le aconsejaba dejar su dinero. Este dejar, debemos entenderlo como soltar aquello que nos ata, a lo cual estamos aferrados. No como que tenemos que abandonarlo totalmente, sino renunciar a ello en el corazón, y si fuese necesario; bien porque se nos solicita por parte de la Divinidad; o bien porque compite con ella, entonces sí... apartarlo. Pero en principio se trata de poner toda cosa por detrás. De ahí que en los textos sagrados se nos enseña "Amarás a Dios sobre todas las cosas". Y es que Dios existe. Y no somos nosotros como enseñan otras escuelas, sinó que nosotros estamos en El siendolo, pero sin poder decir que lo somos, porque estaríamos limitandolo a algo definible.
No se cuales son tus dioses, pero este Dios que mostramos en Prem Purusha Yoga es celoso y te pide autoridad para ser tu Dios, te pide despojarte de lo que le pones por delante, tus dioses: tu familia, tu trabajo, tu salario, tu dinero, tus posesiones, tus sentimientos, tu reconocimiento personal, tus costumbres, tus ocios,... porque estas cosas no te traerán la salvación...la vida después de la muerte, ni la liberación, ni la inmortalidad, ni nada... porque son dioses sin poder. Fíjate que todas estas cosas que anteponemos suelen ser... "tus"... lo mío lo tuyo es lo que se mueve en la dualidad. El te pide unidad con El y en El. Si tu planificas tu ruta de vida y te entregas a El, El cambiará totalmente tus planteamientos iniciales para mostrarte que si quieres entregarte, has de someterte a sus planes, no El someterse a tu voluntad.
Así como te exije el abandono a El, también te proveerá de TODO lo que necesites. Y de esto también venimos a dar testimonio.
Había un hombre que hablaba con Dios que no tenía coche y le pidió uno bueno. En la divina sincronía, un amigo le ofreció un 4x4 fabuloso sin límite de tiempo para devolvérselo. Como el coche no era suyo (SENTIDO DE POSESION), le creaba inseguridad. Pasados los meses éste hombre le preguntó a Dios - ¿Cuando tendré MI coche? y Dios le respondió: - ¿Cuando serás MI discípulo?.. ¿Pero es que no ves el pedazo de coche en el que vas?.
No quejarse y dar gracias en todo momento de lo que tenemos, es una entrega total, aceptando lo suyo... y que al haberme entregado a sus manos, ya sé que es El, quien provee y entonces lo que está sucediendo me guste o no es su perfecta voluntad, pues todo tiene un propósito. El cancer de Katherine Kuhlman (predicadora evangelica de los 80 que curaba todo tipo de cancer en otros) o el de Nisargadatta (Maestro de la escuela Advaita Vedanta) quien casado y con hijos, se sabía "Braman" o la enfermedad de San Pablo en la vista, para que no se le subiese a la cabeza que había subido al tercer cielo y en su soberbia se engreiese. "Te basta mi gracia", le dijo El. Y es que ese es uno de los peores enemigos del santo. Tan alto está ...que tan alto puede caer... y Dios en su Amor, pone los mejores remedios (el aguijón de la carne, lo llama San Pablo)... para no perder a los suyos... los que se le han entregado.
"En la flaqueza llega el colmo del Poder", dice la Biblia.
Poder, en griego quiere decir "capacidad para llevar a cabo cualquier cosa".
Si vamos hacia una entrega total, debemos saber que se trata de un Vivir diariamente... que este estado es complicado por lo que nos bombardea exteriormente... y hay que mantenerse diariamente en El.
- Cada día Dios debe ser lo primero, incluso antes que disfrutar de sus propias bendiciones.
- Cada día debemos aceptar las desagradables situaciones que nos rodean, si las hay, como voluntad de Dios por algún propósito que no alcanzo a saber en mi nimiedad.
- Cada día debo renunciar a todo lo que poseo en mi corazón.
Porque para entregarme plenamente debo desalojar toda prioridad de mi corazón.
Porque el día que no tengas nada, lo tendrás todo.
Solo Dios basta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario