Algunos ya hemos vuelto de Roma, después de un fantástico viaje y otros se han quedado en Italia para hacer otro curso con el Maestro Gurunath, uno de los grandes hoy día en la tierra, descendiente de familia guerrera y discipulo de los Nath, de los Maestros de los Himalayas y encarnación de Babaji.
Del viaje y del retiro, me quedo con la sintonía que hubo con mis compañeros de trayecto. Y lo que más me llamó la atención además de un par de experiencias que luego describiré, fueron las palabras del último día, cuando dijo que no sabía que habríamos hecho en otras vidas para que los Maestros que el estaba sintiendo estuviesen allí. Habló de El Morya, de Cristo y de Babaji, precisamente los creadores de este movimiento que debemos "mover". Nos dijo que deberíamos saber reconocer que Maestro nos está hablando en cada momento. Y eso iba indefectiblemente por nosotros.
Una persona atenta debe darse cuenta que aquí hay que pararse, porque a un Maestro como Gurunath, le llame tanto la atención que aquellos Seres estuviesen allí presentes con nosotros en aquel contexto, le pareció muy poco habitual... pues debe ser algo EXCEPCIONAL.
Este es el privilegio que sentimos aquí en Prem Purusha Yoga cuando disfrutamos de estas Presencias tan enormes, y nos visitan los Arcangeles o cuando se apareció El Buda y que decir de Jesús, que hace llorar a más de uno de la emoción. Y tambien allá, si vamos a Italia porque los Maestros vienen con nosotros. Dicho así suena muy "rarito" pero es que La Verdad simplemente ES. No hay que racionalizar mucho más.
Les podría contar varias anécdotas en donde sentimos que no estamos solos, como cuando me había olvidado el billete y lo volvimos a sacar sin problemas y sin costo (en otras compañías cuesta 40 euros) , o como cuando una chica nos solucionó unos tickects erróneos en el metro de Roma y luego ya no estaba.
Muchas cosas.
Todos tuvimos experiencias. Gurunath nos trabajó por la noche. En algún momento mi cuerpo volaba por encima de la mesa del almuerzo mientras yo estaba con los ojos abiertos. Vi tres caras en el rostro de Gurunath cuando me fijaba en su tercer ojo. Otros experimentaron una suave unción. Sentimos mucha devoción. Mientras todos hacían Surya Yoga, me junté con Charán y oramos en su habitación porque teníamos muchas ganas de alabar y adorar a DIOS.
Trabajó nuestro ego, porque en la mesa de los españoles no se sentaba nunca, hasta que el último día nos acercamos a EL y "casualmente" en ese mismo momento se sentó con nosotros y nos dijo cosas excepcionales. A Jyotir Swarupa, le dijo que era un buen tío invitandole a su Ashram en india. dijo que si iba le daría lo mejor. De hecho ya se está organizando un viajecito en Navidades. Sentado a los pies de Babaji en ese momento manifestado, le pedí experimentar a Dios aunque me quemase el cerebro, su respuesta y luego la mía nos hizo reir a mi primero y luego a El, diciendome que estaba tan emocionado que la Luz le había llegado a través de mi. Y otras cosas, como que iba a experimentar a Babaji. Todo es por y para la Gloria de Dios, así evitaremos que se nos suba a la cabeza todo esto. Para ello tenemos un Maestro que nos enseña con el ejemplo lo que es la humildad. No olvidamos que aquí tenemos a uno de los Grandes. Y más reforzados en eso venimos. El es Cristo encarnado. Tambien es Dios y es a quien deberíamos realmente pedirle la Gracia del Gurú por mucho que El diga que no es Maestro. Lo siento. La Luz no se puede ocultar aunque lo intente y lo consiga. Esa despedida en la cual nos daremos cuenta de quien realmente caminó con nosotros, será tremenda. Lo bonito es que siempre estaremos caminando con Cristo.
Ayer decíamos que los de este grupo de Yoga avanzado, (no el Yoga baby de posturas como decía Gurunath), cada uno somos un aspecto de Dios. Todos somos El Cristo. Con El y en EL. Fruto de este viaje, comentamos ayer nuestras experiencias y me gustó mucho la Unidad y la motivación que se expresó en nuestro local de Yoga. Realmente ahora si que parece que nos vamos a poner en marcha por fin. Hay muchas cosas por hacer y el Espiritu es Acción. Amén.
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